Habían transcurrido ya casi cuatro meses desde que el joven Mohamed Bouazizi se
prendiera fuego en la localidad tunecina de Sidi Bouazid cuando un 15 de marzo
de 2011 las protestas civiles de los sirios contra el régimen dictatorial de Bashar al Asad empezaron a
tener la envergadura de un levantamiento civil. Los sirios, inspirados por las manifestaciones
de sus vecinos que habían logrado ya la dimisión del presidente tunecino Ben Alí el 14 de enero
y la del egipcio Hosni Mubarak el 11 de febrero, decidieron reclamar la libertad que la familia
al Asad, su clan Alawita y gran parte del ejército les había arrebatado con
el golpe de estado de 1970. Y es que, en plena efervescencia del Despertar Árabe
todo hacía presagiar que el resto de los dictadores, incluido Bashar al Asad,
irían cayendo dando paso a lo que muchos denominaron como Primavera Árabe. Sin embargo, en Siria lejos de lograr que el dictador abandonara
el poder comenzó una guerra civil que, cinco años después ha dejado un halo de
destrucción sólo comparable a la ocasionada en Iraq en 2003 y que no tiene
visos de finalizar ni a corto ni a medio plazo.
Este
15 de marzo se ha cumplido el quinto aniversario del inicio de la Guerra Civil
en Siria y, por lo tanto, el quinto
aniversario del horror y la manifiesta incapacidad humana para solventar sus
problemas de una manera pacífica y democrática. Algo, por otra parte, habitual
y recurrente en la historia de la humanidad. Inmersos en una eterna negociación
para lograr, y permítanme los lectores una rebuscada redundancia, la
negociación entre las partes enfrentadas, la única buena noticia es que Rusia
ha decidido retirar a sus tropas de Siria reduciendo el nivel de devastación, si
esto es posible a estas alturas.
Mientras en Bruselas se debate un
acuerdo vergonzoso con Turquía para comprar sus servicios de “carcelero” de los
cientos de miles de refugiados que la guerra siria pero, también, no podemos
olvidarlo, la invasión de Daesh en el tercio norte y zona occidental de Iraq han
provocado, millones de personas se hacinan en los campamentos de ese país,
Jordania y Líbano. Mientras los refugiados permanecieron en las fronteras de
los países limítrofes occidente se dedicó a lamentarse de su situación y a
enviar magras ayudas económicas sin hacer nada realmente efectivo y eficaz para
solventar el problema que había generado semejante crisis humanitaria. Cuando
el “problema” comenzó a llegar a nuestras fronteras, fundamentalmente, a Grecia
y a Italia, algunos de los vecinos del norte y Centroeuropa, asustados ante lo
que consideraron una invasión de sus territorios, decidieron que la única respuesta
era construir muros e instalar alambradas para frenar su avance.
Nadie parece recordar ya las
migraciones masivas que la Primera y Segunda Guerra Mundial provocaron en
nuestro continente, pero, lo que es más triste es que también nos hemos
olvidado de la crisis humanitaria que la guerra en la Ex – Yugoslavia produjo
no hace tantos años. Es lo que tiene
relegar la historia y los estudios históricos a un fenómeno cada vez más
marginal, elitista y académico. Pero,
quien olvida su historia está condenado a repetir sus errores.
Así, el 16 de marzo también se ha
conmemorado otro evento luctuoso que tuvo lugar no hace tanto tiempo y tampoco
muy lejos de Siria en 1988: el ataque
químico por parte de la aviación iraquí del pueblo kurdo de Halabja. 5.000 civiles inocentes, en su mayoría mujeres, niños y ancianos
fallecieron de una manera horrible en una campaña de castigo lanzada por Saddam Hussein contra los
kurdos a los que había acusado de haberse aliado con el enemigo iraní. Una
combinación de gas mostaza, gas sarín, tabun, VX y otros productos letales
cayeron sobre los kurdos de esta pequeña localidad sin que nadie hiciera nada
por impedirlo. El ataque a Halabja no fue cuestionado ni criticado por la
Comunidad Internacional porque, en aquel momento Saddam Hussein era considerado
un aliado y se primó apoyarlo en su lucha contra el régimen totalitario de
Jomeini.
El ataque a Halabja fue uno más
enmarcado en la Campaña de
Anfal [1]
(1986 – 1989) orquestada por el gobierno de Saddam Hussein contra los rebeldes
kurdos del norte de Iraq pero, marcó un antes y un después por su barbarie.
Aunque las cifras que se barajan son muy variadas, la mayoría sitúa por encima
de los 150.000 los kurdos que murieron durante esta campaña – con posterioridad
el levantamiento de 1991 provocaría muchos más – lo que ha hecho que haya sido
calificado como un genocidio por algunos países europeos aunque muchos años después
– Gran Bretaña (2013), Noruega (2012) y Suecia (2012)[2].
Las actuaciones de los regímenes baazistas en Iraq y Siria, desde finales de la década de los sesenta del siglo pasado, han
dejado un reguero de sangre y dolor que se ha prolongado en el tiempo y cuya
magnitud real todavía se desconoce. Pese a que se están realizando investigaciones
en profundidad sobre los asesinatos masivos llevados a cabo por Saddam Hussein,
no sólo contra los kurdos sino también contra los chíitas que se levantaron
contra él y otros opositores[3],
queda mucho por descubrir. Ni que decir tiene que en una Siria asolada por la
guerra es algo que tardará en producirse pero, que sin duda, pondrá de
manifiesto el porqué la población se levantó contra Al Asad.
Hoy, sólo podemos desear que las partes
logren un acuerdo que se extienda más allá del precario alto al fuego actual y
que todos recapacitemos sobre cómo no
podemos olvidar jamás los errores cometidos, las tragedias humanas que tuvieron
lugar y la indiferencia o inacción que las provocaron.
[1] GENOCIDE IN IRAQ. The
Anfal Campaign Against the Kurds. A Middle East Watch Report. Human
Rights Watch.
https://www.hrw.org/reports/1993/iraqanfal/
[2] http://www.europarl.europa.eu/meetdocs/2009_2014/documents/d-iq/dv/03_kurdishgenocidesofanfalandhalabja_/03_kurdishgenocidesofanfalandhalabja_en.pdf
[3]http://www.theguardian.com/world/2004/oct/14/iraq.warcrimes
http://www.spiegel.de/international/excavating-mass-graves-in-iraq-the-bitter-search-for-truth-in-the-desert-sand-a-356577.html
http://www.bbc.com/news/world-middle-east-13094677
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